¿Tú también piensas que la vida tiene que ser algo más?

Cuando nada parece tener sentido y todo es oscuridad, tu mente, tus emociones y tu cuerpo empiezan a reaccionar.

Es ahí, en ese punto, cuando tienes la oportunidad de comenzar a buscar las respuestas y tratar de encajar algunas piezas para poder ver algo de luz.

Creo que si estás aquí es porque estás en ese proceso, y eso me hace muy feliz. Porque buscar soluciones es el primer paso para salir del bloqueo, y es un primer paso muy valiente.

Soy Ana Muñoz, terapeuta Gestalt, y acompaño a personas como tú que se sienten perdidas a sanar la sensación de vacío para que puedan sentirse coherentes, plenas y valiosas.

Mi método, además de la terapia Gestalt, incluye el Eneagrama, lo que hace una combinación potente para aportar claridad, comprensión y lograr gestionar tu mundo interno de una manera positiva.

Porque sí, la vida es algo más que esa sensación gris que en estos momentos lo tiñe todo a tu alrededor.

La vida es ilusión, es alegría, es paz, y también es fallar, caerse, sacudir la rabia y volver a levantarse. Son subidas y bajadas, pero siempre sabiendo que lo que vivimos tiene un sentido. Y yo quiero acompañarte a que descubras el tuyo.

Porque cuando inicié mi camino de crecimiento personal yo tampoco me sentía feliz ni satisfecha con mi vida. No entendía por qué el mundo funciona cómo funciona, y tenía la sensación de que no pertenecía a este mundo. 

Siempre he sido una persona de altos ideales y valores, y vivir en un mundo en el que no me sentía identificada me generaba mucha insatisfacción.

Desde niña he sido una persona más bien tímida e introvertida aunque con muchas ganas de conocer personas y relacionarme. Construí una personalidad retraída, con miedo y a la vez ganas de vida.

El sentimiento de vacío existencial y la sensación de que siempre faltaba algo para ser feliz ha sido una constante en mi vida. Ciertamente es una sensación desagradable y difícil de gestionar que conozco muy bien.

Por eso sé lo que puedes estar sintiendo, y por eso sé que puedo ayudarte. 

Este fue uno de los motivos que me llevó al mundo del acompañamiento emocional:  el poder acompañar a otras personas a conocerse y comprenderse. 

Por eso, tras mi experiencia de más de 12 años como educadora social, fui transformando poco a poco mi profesión hacia el mundo del acompañamiento emocional.